Tratamos la postura desde el cerebro
20/07/2020
Hablar de la postura es hablar de un complejo sistema que está en constante cambio y construcción a lo largo de toda nuestra vida.
La postura es la posición que adopta nuestro cuerpo, éste varía según nuestro estado anímico, las actividades cotidianas, la actividad laboral, el deporte.
Mantener el cuerpo en una posición correcta, ya sea que esté en movimiento o quieto, puede ayudar a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud, pues cuando no respetamos la correcta posición de nuestras articulaciones, nuestros músculos deben de hacer un sobreesfuerzo. Por consiguiente, se sobrecargan, se tensan y se contracturan con más facilidad y las probabilidades de sufrir dolores y lesiones son altísimas.
Desde el punto de vista neurocognitivo se entiende que la desalineación de nuestro cuerpo está dada por una pérdida de la línea media (eje).
La propuesta terapéutica que les quiero plantear en esta oportunidad es el método Perfetti o Ejercicio Terapéutico Cognitivo (ETC). Éste método se basa en la teoría Neurocognitiva y propone, como hipótesis de trabajo, el hecho que la calidad de la recuperación depende de los tipos de procesos cognitivos (atención, memoria, lenguaje, imagen...) que se activan y, además, de la modalidad de su activación.
En una sesión de ETC el paciente está con los ojos cerrados y debe permanecer atento a aquello que siente y percibe en su cuerpo. El fisioterapeuta indaga sobre cómo vive el paciente su problema, se le pregunta por las sensaciones que nota en la zona, se valora y se incide en cómo habla el paciente de aquella parte del cuerpo, etc. La unión mente-cuerpo es primordial en la relación terapéutica.
- En primer lugar es indispensable ver al paciente como un todo, no se recupera exclusivamente un músculo, sino un sistema.
- En segundo lugar, el movimiento tiene una función cognoscitiva, de conocimiento cuanto más nos movemos más conocemos el entorno.
- El tercer punto son las propiedades de los tejidos afectados.
En los ejercicios de ETC, desde las primeras fases de intervención se consideran los aspectos físicos (se realiza la movilización del cuerpo del paciente; se pide, si se necesita, la participación muscular activa,…) pero a la vez se da mucha importancia a los aspectos informativos, puesto que el cuerpo es considerado como una superficie receptora de informaciones capaz de fragmentarse
El ETC no pierde nunca de vista que los tejidos periféricos sanos o alterados, ya que son altamente ricos de terminaciones nerviosas, que envían información hacia el cerebro. Ésta sirve para organizar de nuevo el movimiento, siempre ocupándose de la relación entre las partes del cuerpo y aquello que siente y piensa el paciente (procesos cognitivos), siendo pues un abordaje terapéutico indicado para la observación, la evaluación y el tratamiento de alteraciones posturales o patologías de origen traumatológicas.