Tendinitis, una propuesta para terminar definitivamente con ese mal.

La tendinitis junto a otras patologías musculares, son lesiones muy frecuentes en el medio deportivo. Puede presentarse de forma leve, en algunos casos la sintomatología cede luego de unos días, pero en otros casos, la misma se mantiene por un período prolongado, impidiéndole incluso continuar con la práctica deportiva.

La intensidad de la sintomatología está directamente relacionada con el tipo de deporte, nivel de entrenamiento y el factor más preponderante el sistema músculo-esquelético del propio deportista.

Palabras como tendinitis del supraespinoso, psoitis, fascitis plantar, tendinitis del tendón de aquiles, tendinitis rotuliana, epicondilitis, las hemos escuchado muchas veces, pero ¿qué significan realmente? El tendón es un tejido conectivo denso, que une el músculo con el hueso y cuya función es de transmitir la fuerza. El sufijo –itis indica que la palabra en la que se encuentra se refiere a un proceso inflamatorio, por lo tanto, tendinitis significa tendón inflamado, se asocia también a una hipervascularización del tendón en un intento fracasado por parte del organismo de repararlo.

Podemos incluir dentro de las causas, factores mecánicos, factores estructurales y factores propios de la práctica deportiva.

  • Factores mecánicos: se producen debido a la utilización incorrecta de las estructuras, generando microtraumatismos que si perduran en el tiempo desencadenan procesos inflamatorios muy dolorosos.
  • Factores estructurales: son trastornos estáticos del sistema musculoesquielético que alteran la buena mecánica del movimiento, como: las alteraciones de la bóveda plantar (pies planos, cavos, valgo o varo del retropié), desviaciones del eje de la rodilla (varo o valgo), etc.
  • Los factores propios de la practica deportiva: incluyen entrenamientos sobre exigidos, poca flexibilidad, alteraciones metabólicas, traumatismos, falta de indumentaria adecuada, entrenamiento en terrenos diferentes al que el deportista esté acostumbrado, entre otras.

Los síntomas de la tendinitis son: dolor local e inflamación en la región articular donde ese tendón esté involucrado. Este dolor se manifiesta clásicamente de forma progresiva y sobre todo en el comienzo del movimiento, pudiendo aliviarse completamente una vez que “entre en calor” la musculatura pero reaparece tras el esfuerzo

La evolución de la tendinitis resulta en una progresiva agravación del dolor, tanto en intensidad como en duración. Pueden pro¬ducirse todas las fases, que van desde la simple molestia a raíz del esfuerzo deportivo, hasta la impotencia funcional en la vida cotidiana.

Cuando un paciente con tendinitis llega a nuestro consultorio, se realiza una evaluación exaustiva donde se busca identificar la causa del problema a través de una anamnesis completa, donde se evalúa el terreno, tipo de gesto deportivo, formas de entrenamiento, su higiene alimentaria y todo lo que englobe la práctica deportiva. A su vez se realiza una exploración física para saber que musculo o grupos musculares y sus tendones, están afectados.

Desde la mirada de RPG (Reeducación Postural Global), esta patología surge debido a un conjunto de factores, que entre los más importantes están el acortamiento muscular y del tejido conectivo, ambos llamados miofascial. Esta retracción, provoca una alteración en la tensión de las estructuras injuriando el tendón.

El tratamiento sugerido consiste en:

  • Evitar el mecanismo lesional, modificando posiciones.
  • Disminuir el tiempo de exposición al movimiento.
  • Concientizar el correcto gesto deportivo.
  • Aplicación de crioterapia.
  • Correcta elongación de la musculatura.
  • Realizar sesiones de RPG una vez por semana.

RPG detecta esas estructuras posicionadas incorrectamente, las reubica a través de elongaciones globales suaves y progresivas. De ese modo, corrige la causa mecánica que afecta esa estructura, eliminando el dolor y permitiendo al deportista, reinsertarse a la actividad en óptimas condiciones.


Lic. en Fisioterapia Luana Lucas

Publicado en: Revista RunFit | AÑO 4 | N°22 | DICIEMBRE 2016